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La Candidiasis Vaginal y sus efectos sobre la fertilidad femenina

Hace días que no escribía en este blog. Siento mucho haber tardado tanto en publicar nuevos posts. Pero justamente me he quedado embarazada y he tenido un principio de embarazo con muchas náuseas y con cero ganas de hacer de nada. Suerte que me ha pillado en verano y he podido descansar lo que no está escrito.

Antes de quedarme embarazada me preocupaba muchísimo si mis candidiasis y vaginosis recurrentes podían afectar mis posibilidades de concebir.

Desgraciadamente, cualquier infección o desequilibrio en la vagina afecta, en mayor o menor medida, nuestras posibilidades de quedarnos embarazadas.

MICROBIOTA VAGINAL Y FERTILIDAD

Nuestra vagina está habitada por una infinidad de bacterias, la mayoría de ellas buenas, que se ocupan de que el entorno sea óptimo para recibir a los espermatozoides (cuando estás ovulando) y conducirlos hacía al útero.

Normalmente el flujo vaginal durante la ovulación es transparente y acuoso. Este flujo permite que el esperma llegue al útero sin obstáculos, Además durante los días de mayor fertilidad la mujer presenta un ph vaginal óptimo para recibir los espermatozoides. En cambio durante el resto del mes, la vagina se convierte en un entorno hostil para el esperma.

Todos estos cambios en la vagina son posibles gracias a una microbiota vaginal óptima. En cambio, cuando ocurre alguna alteración o infección en la vagina, la microbiota vaginal se resiente y ya no funciona correctamente. En ese momento podemos encontrarnos con una vagina más seca, lo que impide a los espermatozoides llegar al útero. También con un flujo más espeso que ahogue al esperma o con un ph alterado que mate directamente a todos los espermatozoides antes de alcanzar el útero.

Así que es importante realizar visitas periódicas al ginecólogo para estar al tanto de si tenemos alguna infección. Sobretodo si queremos buscar un bebé.

ENDOMETRITIS: INFECCIONES EN EL ENDOMETRIO

La mayoría de mujeres tenemos infecciones vaginales a lo largo de nuestra vida. Muchas de nosotras la sufrimos recurrentemente y esto no llega a afectar en ningún caso la salud de nuestros úteros.

Hasta hace pocos años se creía que el útero de la mujer no era nada más que un espacio inerte en el que crecían nuestros bebés. Pero el útero, y consecuentemente el endometrio, también tienen su propia microbiota. Compuesta básicamente de bacterias buenas, lactobacillus, pero también susceptible de padecer infecciones.

En los últimos años se ha probado que para que un embarazo llegue a buen puerto, resulta importantísimo que el útero y el endometrio tengan una microbiota sana, compuesta por un 90% de lactobacillus y libre de parásitos o infecciones.

Por ejemplo cuento tenemos una infección en nuestro endometrio, conocida como endometritis, las posibilidades de sufrir un aborto son muy elevadas.

¿Cómo se contrae la endometritis y qué síntomas tiene?

El principal problema es que la endometritis normalmente no presenta ningún síntoma y no se puede diagnosticar sin una biopsia endometrial, o sea sin extraer una pequeña parte del endometrio para examinarlo.

La endometritis se puede contraer cuando el cuello del útero presenta una apertura más grande de lo normal y deja pasar algunos parásitos de la vagina como por ejemplo:

  • después de un parto
  • después de una histerestoscopia
  • después un legrado
  • durante la realización de una biopsia
  • o cuando se coloca el DIU

¿Se puede tratar la endometritis?

Afortunadamente si, se puede tratar. Con antibióticos, reposo y agua uno elimina la endometritis y puede volver a tener el endometrio perfecto para facilitar la implantación de un futuro embrión.

Así que amigas, si estáis buscando un bebé no dudéis en comprobar la salud de la microbiota de vuestra vagina, y en caso de fallos de implantación, la salud de la microbiota de vuestro endometrio.

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