Cuando mi hija cumplió los dos años pasó algo que nos dejó «descolocados». En pocos días su carácter cambió. De ser una niña muy dulce, buena pero al mismo tiempo muy testaruda, pasó a incorporar unos cambios de carácter brutales con unos enfados en los que se volvía muy agresiva. Podía estar tranquila y jugando cuando de repente algo se…