Hace días que escribo muy poco en el blog. Desde mediados de febrero nuestra vida ha dado un vuelco inesperado. Y es que después de muchas transferencias embrionarias, volveremos a ser padres y esta vez de gemelos. Ampliamos la familia a lo grande y lo hacemos con mucha ilusión y también con algo de miedo.
Los primeros días fue un embarazo mejor que el de mi pequeña G. No he tenido vómitos, podía ir a trabajar sin problemas y aunque estaba muy cansada no tenía ganas de estar parada. Después tuve unas pequeñas pérdidas en la semana 10, que se repitieron a la 11 y el médico me recomendó reposo relativo. Estar en casa, ir a buscar a la mayor a la guarde y poco más. De hecho, creo que nunca había gastado tan poco como en estas 2 semanas que llevo en casa. Escribo, leo, hago la comida, recojo un poco las cosas… pero no tengo ni necesidad de comprar nada y estoy tan cansada que incluso llevar a la peque al cole me supone un reto titánico.
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Cansancio
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El primer trimestre de mi primer embarazo fue muy cansado. Me acuerdo que tuvimos el positivo en el mes de julio y me pase todo el mes de agosto durmiendo. Hacía un calor infernal y solamente dormía y sudaba. A partir de la semana 6 empecé a tener vómitos y vómitos y todo me daba asco y cuando llegamos a la semana 10 la situación empezó a mejorar y llegué a la 12 con mucha más energía y sin vómitos.
En cambio este embarazo ha empezado más placidamente. Me está dando algunos sustos como por ejemplo las pérdidas pero casi no he tenido vómitos ni grandes ascos. La única gran diferencia con el embarazo anterior es que ahora, que estoy en la semana 13 de embarazo aún sigo desmesuradamente cansada. Además es algo extraño. Un día me encuentro un poco mejor y hago un poco más de cosas y el siguiente día me lo tengo que pasar casi enterito en la cama o a las 2 de la tarde necesito una siesta de 2 horas.
No sé si atribuir este cansancio desmesurado a que realmente la gestación gemelar necesita de mucha más energía, esto aún lo tengo que investigar, o a que ya tengo 41 años y soy casi una madre abuela. Seguramente es una combinación de las 2 cosas.
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Miedo de un embarazo gemelar
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Debo decir, que aunque se desde hace muchas semanas que estoy esperando gemelos, bueno en realidad mellizos, aún no me hehecho a la idea. Si que noto que estoy embarazada, cansada y veo que mi barriguita por estar de 13 semanas es prominente pero dentro de mi mente aun no lo tengo del todo procesado. A ver, he visto a los bebés en ecografías. Además son distintos, miden distinto y se comportan distinto. Uno parece muy tranquilo y el otro no para de moverse. Pero aún no soy consciente de todo lo que conlleva para mi cuerpo. Si que soy consciente de lo que supone para nuestra logística familiar. De esto hemos hablado muchísimo con mi marido. Nunca se empieza a planificar lo más pronto posible, aunque sabemos que el camino estará lleno de baches.
Aunque si que hay algo que me preocupa y prefiero no mirar ninguna estadística para no preocuparme aún más es la posibilidad de tener un parto prematuro. Yo tengo 2 primas mellizas que nacieron hace 33 años a los 6 meses de gestación y han tenido secuelas toda la vida. Sé que la mayoría de gemelos y mellizos nacen satisfactoriamente , además hoy en día la ciencia ha mejorado muchísimo, pero esta es una fobia que me acompañará durante toda la gestación. Supongo que empezará a disciparse si llego satisfactoriamente a la semana 30 de gestación.
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Un largo camino
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Estando de 13 semanas de gestación la meta del parto aún queda muy lejana, hay muchos controles que debemos llevar a cabo, muchas semanas que seguramente pasarán más lentas que rápidas y otras que volarán, me falta por aguantar los calores del verano, que ni me los puedo ni imaginar con la barrigota que voy a tener. Pero este es un camino bonito, el camino de la vida y si alguna ha pasado por una gestación gemelar por favor, todos los consejos son bienvenidos.
Supongo que estos meses me veréis poco por aquí. No tengo ni ganas de preparar recetas. Pero espero volver con muchas ganas después del verano.
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