Soy fan absoluta de los libros. Mi pasatiempo favorito es visitar librerías y comprar libros. Me gusta también la cosmética pero si tengo que escoger con pasarme mis días en una librería o en Sephora, escojo una librería.
Desde que nuestra peque era muy pequeña hemos ido con ella a la librería y a la biblioteca. Nos gustaría que le gustara la lectura, así que intentamos de que viva rodeada de libros. Por supuesto aún no lee, justo acaba de cumplir los 3 años, pero disfruta tocando libros, mirando ilustraciones y sobretodo deja que le contemos cuentos. Y para ella, sus libros favoritos son los libros de ilustraciones de Marianne Dubuc. Mira que adora toda clase de libros, le encanta mirar ilustraciones, historias, colores, pero ningún libro le abre la mente y la activa como los libros de esta ilustradora de Canadá.
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Ilustración participativa
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La primera persona que me habló de los libros de Marianne Dubuc fue mi hermana. Ella tiene una hija de 7 años y me regaló el libro Tu casa, mi casa, de esta autora. Ella me dijo que cuando su hija tenía 2 o 3 años se pasaban horas y horas mirando este libro. Y yo pensé que seguramente era exageración. Los niños pequeños tienen muy poca paciencia y capacidad de concentración. Se cansan de todo y es difícil que algo les despierte tanto el interés como para que le dediquen mucho rato.
Mi hermana compró como regalo este libro para mi hija y se lo dió en Reyes. En ese momento mi peque aún no había cumplido los 2 años y guardamos el libro hasta que cumplió los 2 años y medio. Cuando se lo mostramos casi en seguida le despertó un gran interés. Nos pasábamos tardes enteras mirándolo y comentando lo que veía. Que si el oso estaba enfermo en su camita, que si alguien estaba preparando una fiesta de cumpleaños, que si el búho dormía en su cama o bien si la mamá zorra tenía a un bebé apunto de salir en su barriguita.
En sus ilustraciones, todo son animales realizando acciones cuotidianas, pero por alguna razón, estas acciones atrapan a los niños. Participan de la historia. Mi hija se pasa rato en cada página, comentando lo que ve y haciéndome preguntas. Hay pocas ilustradoras que animen a los niños a interactuar de esta forma. Les despierta algo que yo definiría como la magia del descubrimiento y las ganas de comprender el mundo.
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Temáticas muy diversas
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Después del éxito del primer libro de ilustraciones nos hemos animado a comprar más de esta ilustradora. Por ejemplo, ahora que nuestro ratón está apunto de empezar el cole de mayores hemos comprado su libro: «¡Pronto iré a la escuela!» o también el libro El Jardín de Yago, para que aprenda sobre naturaleza.
Todos estos libros formarán parte de su vida, de sus primeros años, de su forma de conocer el mundo… y esperemos que también lo hagan para muchos niños de las generaciones que vienen.
