Siento decir que seguir una dieta anticándidas es caro. Son caros los productos frescos, los suplementos y también las visitas a los médicos. Pero por suerte hay algunos «truquillos» que nos permiten ahorrar algún dinero y voy a compartirlos a continuación.
- Planificar con antelación todas las comidas de la semana. Este consejo parece muy obvio pero en realidad nunca está de más recordarlo. Es muy importante planificar con antelación el menú de todas las comidas semanales para comprar «únicamente» lo que se va a utilizar y no «caer en tentaciones».
- Ir a hacer la compra con el estómago lleno. Por favor nunca, nunca, nunca vayáis a comprar con el estómago vacío. Multiplicaréis las oportunidades de comprar más de la cuenta o de incluir algún producto que no os convenga.
- Instalaros alguna aplicación estilo To Good To Go. Podréis acceder a ofertas diarias en todo tipo de productos alimenticios. Yo lo utilizo a veces para fruterías, pescaderías y para el sitio dónde compro las legumbres.
- Comprar cantidades mayores. Si compráis mayores cantidades de algunos productos como leches vegetales, algunos suplementos, pasta integral… podréis obtener un mejor precio.
- Suscribiros a los programas por puntos de las tiendas ecológicas y supermercados Bio. Ser miembro de los programas por puntos de estos establecimientos trae muchísimas ventajas. Para empezar hay algunos productos que los socios tienen más baratos, a menudo ofrecen cursos de formación, ofertas personalizadas, descuentos e incluso una vez me encontré que uno de estos establecimientos tenía excedente de verduras y ofrecía cajas enormes a los miembros de su programa por solamente 5 euros.
- Utilizar los restos. Una vez a la semana en mi casa hacemos algo que llamamos «the ugly food day«. Cogemos todas las sobras de la nevera y con un poco de imaginación cocinamos algo decente. Así aparte de ahorrar no desperdiciamos la comida.
- Comprar directamente a productores. No sé dónde vivís. Yo vivo en una ciudad y mis padres en el campo. Cada 15 días voy a visitarlos y aprovecho para comprar en el mercado de granjeros local. Pues la compra de fruta y verdura en mi pueblo natal nos cuesta exactamente la mitad de lo que pagamos en nuestra ciudad.
- Comprar productos de temporada. Los productos de temporada se importan menos, necesitan menos refrigeración y al haber más cantidad son más económicos.
- Cultivar vuestros propios alimentos. Esto ya sería en un mundo ideal pero si alguno tiene oportunidad no hay mayor placer que cultivar lo que te vas a comer. Mi padre y mi tío tienen un pequeño huerto y algunas gallinas y nos sentimos unos privilegiados por poder comer alimentos tan saludables que sabemos exactamente de dónde provienen.
- Comparar en Internet antes de comprar suplementos y/o probióticos. Os aconsejo no comprar los probióticos y los antifúngicos directamente en la farmacia de vuestro barrio básicamente porque en internet seguro que los encontráis más baratos. Así que yo antes de comprar compararía precios en diferentes portales.
Espero que estos consejos os sean de ayuda.