Al intentar concebir, todas las mujeres estamos atentas a los cambios que se producen en nuestro moco cervical para poder predecir la ovulación. Pero lo que no sabemos es que el moco cervical nos indica mucho más que eso y desconocemos totalmente su importancia a la hora de mejorar nuestra fertilidad.
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El papel del moco cervical en la fertilidad
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Durante los momentos infértiles de nuestro ciclo menstrual (o sea cuando estamos lejos de la fase de ovulación), nuestro moco cervical se vuelve espeso y denso. En ese momento, el papel de nuestro moco es el de evitar que cualquier «material extraño» (incluido el esperma), pueda acceder a nuestro útero. Esta es la forma que tiene nuestro cuerpo de protegerse de bacterias e infecciones.
En cambio durante nuestra ventana fértil (en los días anteriores y posteriores a la ovulación), la mucosidad vaginal se vuelve más acuosa para facilitar la entrada del esperma en la vagina.
Y es que, el esperma necesita moverse bastante para encontrarse con el óvulo. Un moco saludable ayuda a los espermatozoides a llegar a su objetivo y además los nutre durante todo ese viaje. Por lo tanto, la calidad de nuestro moco cervical es de suma importancia para lograr el embarazo.
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¿Cuánto moco se debe tener?
Debemos tener mucho moco cervical, suficiente como para manchar nuestra ropa interior, especialmente durante los días de ovulación. De hecho, cuando vayamos al baño y nos limpiemos deberíamos tener una cantidad visible en el papel higiénico. Este es un signo de buena salud hormonal.
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Factores que pueden afectar el moco cervical:
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Las Cándidas
Las Cándidas inciden y mucho en la salud reproductiva. Y por ejemplo pueden impactar directamente en el moco vaginal aunque no presenten ningún síntoma percetible para nosotras como por ejemplo picor o malestar en la zona vaginal.
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¿Y Cómo se reproducen e incrementan las Cándidas?
Pues en este blog hemos hablado largo y tendido de ello. Pero básicamente es cuando por alguna razón como:
- Toma de antibióticos
- Abuso de la píldora anticonceptiva oral
- O una mala alimentación con un alto consumo de azúcares y carbohidratos
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Disminuye la población de lactobacillus (las bacterias buenas que protegen nuestros intestinos y nuestra mucosa vaginal) y los hongos como las Cándidas (que son muy oportunistas) aprovechan la ausencia de defensas y se reproducen sin cesar hasta convertirse en una infección que afecta a nuestro cuerpo provocando mil y una molestias que encontraréis detalladas en este post.
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¿Qué puedes hacer para prevenir la Candidiasis?
Utilizar un método anticonceptivo alternativo a la píldora anticonceptiva oral. Evitar, siempre que sea posible, tomar antibióticos y sobretodo no abusar de ellos. Y, además llevar una alimentación sana y saludable con mucha verdura y proteínas de calidad.
Al mismo tiempo intenta introducir a tu dieta alimentos antifúngicos como por ejemplo el aceite de coco (orgánico y de primera prensada en frío) y alimentos probióticos como el kimchi o el yogur natural.
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Evita el uso de productos no naturales para la vagina
Evita el uso de productos perfumades o desodorantes para la zona de la vagina (aunque se vendan como productos de higiene vaginal). Ya que pueden afectar el equilibrio del pH vaginal y provocar infecciones. De hecho, incluso se debe evitar el uso del papel higiénico perfumado.
Nuestra vagina ya tiene sus propios mecanismos para mantenerse sana. Así que los productos específicos para esta zona no son aconsejales.
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Equilibra tu sistema hormonal
Si tu sistema hormonal no está en armonía, puede verse afectada tanto la calidad como la cantidad del moco cervical. Por lo tanto si que es importante conocer tu salud hormonal. Puedes acudir a tu ginecólogo o endocrino para poder realizar una analítica completa de tus hormonas durante el ciclo menstrual y de esta manera determinar como mejorar su funcionamiento.
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Beber mucha agua
Esta es una forma muy básica de asegurarse de que tu cuerpo tenga los recursos óptimos para producir el moco cervical ideal que necesita. A menudo no nos damos cuenta pero no nos hidratamos lo suficiente. Bebe entre 5 y 7 vasos de agua al día y verás como la cantidad y calidad de tu moco cervical a a mejorar
