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¿Puedo comer yogur durante la dieta anticándidas?

Todos los lácteos están rotundamente prohibidos durante la dieta anticándidas. No debemos olvidar que se trata de alimentos que producen inflamación a nuestro cuerpo, como ya vimos en este post. Pero aunque todos los lácteos están rotundamente prohibidos yo soy partidaria de empezar a tomar yogures a partir del segundo o tercer mes de tratamiento. En este post os explicaré el porque.

¿Por qué se considera que los lácteos son nocivos para nuestro cuerpo durante la dieta anticándidas?

En primer lugar la leche contiene lactosa, que al tomarla se convierte en azúcar y ayuda a alimentar a las Cándidas.

Además nuestro propio organismo no está creado para asimilar la proteína láctea. La leche de vaca o de cabra es útil para alimentar a sus crías pero no para alimentar a humanos. A menudo nuestro intestino delgado no tiene la suficiente capacidad para asimilar la proteína de la leche.

La mala digestión de las partículas de la leche puede provocar: Asma, bronquitis, eczemas, rinitis o colitis. Además de estar directamente relacionada con enfermedades de garganta, nariz y oídos. Y por supuesto al debilitar enormemente el trabajo de nuestros intestinos, puede facilitar la proliferación hongos y bacterias.

Según la mayoría de culturas asiáticas, que prácticamente no consumen productos lácteos, la leche y sus sucedáneos producen humedad en nuestro cuerpo y lo alteran, relacionando el consumo de lácteos con enfermedades de todo tipo.

Por otro lado, la leche también contiene grandes cantidades de colesterol. De hecho, una taza de leche contiene 34 mg de colesterol y en cambio una loncha de «bacon», solo 3 mg. Por lo que es un alimento que produce inflamación.

Al mismo tiempo cada vez que consumimos leche estamos ingiriendo todo tipo de hormonas como por ejemplo: hormonas pituitarias, esteroideas, pancreáticas, tiroideas, adrenales, sexuales… hormonas que son necesarias para el ternero lactante pero que en humanos se relacionan con ciertos tipos de acné, alteraciones ginecológicas, alteraciones digestivas o incluso algunos tipos de cánceres.

¿Por qué considero que el yogur se puede incorporar después de unos meses siguiendo una dieta anticándidas?

Aunque no aconsejo comer yogur a personas que sufren intolerancia a la lactosa o bien bronquitis o asma o alguna alergia cutánea o respiratoria, a diferencia de la leche, el yogur aporta enormes beneficios al cuerpo humano.

El yogur no es más que el resultado de incluir bacterias como «bifidobacterium bífidus», «lactobacillus bulgaricus», lactobacillus acidophilus» o streptococcus thermophilus» a la leche produciéndose un proceso de fermentación que tiene como consecuencia que:

  • La lactosa se transforma en ácido láctico casi en su totalidad
  • Las proteínas de la leche que son difíciles de digerir para el ser humano son parcialmente convertidas en fragmentos más pequeños y por lo tanto son más fáciles de digerir.

No debemos olvidar que todas las bacterias que se incluyen en la leche para producir yogur son «bacterias buenas» para nuestro sistema digestivo. Son probióticos naturales que ayudan a la flora intestinal a recuperarse después de una alteración como por ejemplo la Candidiasis.

Así que el yogur no es más que un probiótico natural que podemos tomar cuando la Candidiasis ya haya remitido y sea el momento de «repoblar» el intestino con sus defensas naturales.

¿Cómo escojo el mejor yogur para complementar la lucha contra la Candidiasis?

Debe ser yogur ecológico, que esté elaborado a partir de leche ecológica. O sea que la leche utilizada para elaborarlo provenga de vacas que pasten en campos que no estén llenos de pesticidas ni que hayan recibido toneladas de antibióticos u otros medicamentos.

También deben ser yogures desnatados, naturales, sin sabores añadidos y sin azúcares. En definitiva, cuanto más natural, mejor.

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