A menudo, en nuestro imaginario, pensamos que los microbios, al ser células individuales se pueden atacar muy fácilmente con medicamentos. Sin embargo, la realidad es mucho más complicada. Muchos de estos patógenos han desarrollado formas notablemente sofisticadas para evadir nuestros mejores esfuerzos de tratamiento.
A lo mejor, algunos de vosotros habéis escuchado algo sobre las biopelículas, por ejemplo las personas que estén familiarizadas con la enfermedad de Lyme. Seguramente tendréis alguna idea de que las biopelículas pueden proteger a los microorganismos patógenos.
En este post quiero hablaros de las biopelículas enfocándolas a la Candidiasis.
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¿Qué son las biopelículas?
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Tradicionalmente la medicina se ha aproximado a los microorganismos a través de un microcoscopio observándolos de forma «individual». De esta forma se estudiaba como combatirlos y se desarrollaban antibióticos, antifungicos y otros posibles tratamientos. Sin embargo, aunque esta metodología ha resultado ser efectiva, había una variable que no tenía en cuenta. No contemplaba lo que puede suceder cuando un gran número de estos microorganismos se agrupan en el cuerpo humano.
Las investigaciones de los últimos 10 a 20 años han comenzado a mostrar que los microorganismos se comportan de manera muy diferente cuando se agrupan. De hecho, algunos tratamientos que podrían funcionar muy bien en una sola célula pueden fallar por completo en una población grande y bien establecida de microorganismos. Y en muchos casos, esto se debe a las biopelículas.
Una biopelícula es una matriz de polisacáridos que actúa como estructura protectora para los microorganismos, como una especie de guardasespaldas. Al producir una biopelícula, los microorganismos crean un escudo para protegerse de cualquier cosa que nuestro médico y nuestro sistema inmunológico puedan lanzarle.
Las biopelículas pueden existir tanto dentro como fuera del cuerpo. A veces, incluso pueden resultar útiles (son útiles para una serie de aplicaciones industriales), pero en su mayor parte «no son cosa buena». Por ejemplo, las biopelículas también forman parte del desarrollo de muchas infecciones clínicas que se desarrollan en nuestro organismo.
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Las biopelículas y las Cándidas
La Candida albicans es la biopelícula fúngica más común que encontramos en los centros sanitarios, aunque cada vez es más difícil de tratar. Un estudio analizó la eficacia de un grupo de antifúngicos (incluidos los antifúngicos recetados para tratar la Candidiasis como Nystatin y Diflucan) contra las biopelículas de las Cándidas. Los investigadores descubrieron, que en un principio, estos antifúngicos eran efectivos contra una Candidiasis, pero a medida que éstas desarrollaban una biopelícula, su eficacia bajaba en picado.
Después de 72 horas de tratamiento, el desarrollo de la biopelícula ya estaba tan desarrollado que las Cándidas eran altamente resistentes a los medicamentos antifúngicos.
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¿Y de qué están hechas estas biopelículas? Bueno, pues otro estudio demostró que las biopelículas de las cándidas están compuestas en un 32 % por glucosa. Así que las Cándidas necesitan azúcar no solo para crecer y reproducirse, sino también para crear la biopelícula que las protegen de agresiones externas que puedan acabar con ellas.
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Suplementos para combatir las biopelículas de las Cándidas
Se pueden utilizar una amplia gama de remedios naturales para destruir las biopelículas de las Cándidas. Muchos de estos remedios se han utilizado durante siglos para curar todo tipo de males por parte de la medicina natural, pero recientemente se ha probado científicamente que se tratan de soluciones efectivas.
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EXTRACTO DE HOJA DE ORÉGANO
El orégano es una de las hierbas antifúngicas más poderosas de la naturaleza. Sin embargo, el extracto de hoja de orégano, la forma concentrada de orégano, es aún más potente. Se ha utilizado en la medicina natural a lo largo de la historia y ahora se ha descubierto que inhibe una enorme variedad de patógenos, incluidas las infecciones por hongos. Esto se debe en gran parte a su componente activo, el carvacrol, que es rico en fenoles concentrados que atacan a los hongos patógenos. El orégano también alberga propiedades antibacterianas, antiinflamatorias y antivirales.
Un estudio clínico investigó la eficacia del extracto de hoja de orégano contra bacterias patógenas, incluidos los microbios resistentes a múltiples fármacos. El extracto de hoja de orégano mostró una actividad antibacteriana significativa contra 11 de estos microbios, incluidos cuatro Staphylococcus aureus resistentes a la meticilina (MRSA). Y lo que es más importante, se descubrió que el extracto de hoja de orégano descompone eficazmente las biopelículas formadas por cada uno de estos patógenos.
En términos de tratamiento específico de la Candidiasis, se ha descubierto que el poderoso componente carvacrol del extracto de hoja de orégano inhibe una variedad de bacterias, virus, parásitos y hongos resistentes a los antibióticos. Al mismo tiempo, tiene la capacidad de evitar que estos hongos oportunistas liberen toxinas dañinas al riego sanguíneo.
Otra ventaja importante es que la levadura Candida no parece volverse resistente al aceite de orégano, lo que puede ocurrir con otros agentes antifúngicos.
Los suplementos de aceite de orégano generalmente están disponibles en forma de cápsulas en la mayoría de las tiendas naturistas.
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ÁCIDO CAPRÍLICO
El ácido caprílico es el constituyente antifúngico activo del aceite de coco. Además de sus muchos otros beneficios para la salud, diferentes investigaciones han sugerido que el ácido caprílico tiene la capacidad de penetrar y erradicar las biopelículas persistentes que forman las Cándidas en su estado de infección.
Un estudio publicado en Frontiers in Microbiology mostró que una combinación de ácido caprílico y ácido péctico (una fibra soluble en las paredes celulares de ciertas frutas) pudo eliminar las biopelículas patógenas dentro de los 60 minutos posteriores a la exposición. Y aún más impresionante, el ácido caprílico pudo destruir las biopelículas sin causar daño a las células sanas que las rodeaban. Como resultado, los investigadores sugirieron que el ácido caprílico puede usarse como un tratamiento eficaz contra una serie de microorganismos causantes de infecciones.
Además de destruir las biopelículas de las Cándidas, se ha descubierto que el ácido caprílico inhibe el MRSA (Staphylococcus aureus resistente a la meticilina), así como las bacterias E. coli, Salmonella y P. aeruginosa.
Y aunque es fácil agregar aceite de coco a nuestra dieta, cuando te encuentras en plena lucha contra una Candidiasis, puede ser más eficiente tomar ácido caprílico en forma de suplemento concentrado.
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AJO
El ajo es uno de los condimentos más conocidos en el mundo, y también una de las medicinas naturales más potentes. El ajo no solo es conocido por sus potentes propiedades antiinflamatorias y antifúngicas, sino que es un destructor de biopelículas muy eficaz.
El contenido de alicina del ajo fresco es un compuesto sulfúrico que tiene una poderosa actividad contra bacterias y hongos. Las investigaciones han demostrado que es particularmente eficaz contra las biopelículas de las Cándidas, incluso en aquellas con mayor resistencia a otros agentes antifúngicos naturales.
Curiosamente, otro estudio mostró que el extracto de ajo fresco es mucho más efectivo que el extracto de ajo en polvo para tratar las Cándidas.
Si vas a utilizar ajo como antifúngico natural durante tu tratamiento contra la Candidiasis, evita cocinarlos durante más de cinco minutos, ya que el calor destruirá sus propiedades terapéuticas. También es recomendable utilizarlo con un poco de grasa saludable (mezclado con aceite de oliva o aceite de coco) ya que el ajo machacado puede quemar las membranas sensibles. Al igual que el aceite de orégano, es poco probable que la Cándida desarrolle resistencia al ajo, así que es una opción perfecta para la lucha contra la Candidiasis.
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N-ACETILCISTEÍNA (NAC)
La NAC es la forma de suplemento del aminoácido cisteína. La cisteína es necesaria para reponer el glutatión antioxidante. En los casos en que un antifúngico natural no pueda descomponer la biopelícula de las Cándidas por sí solo, la NAC puede ayudarle durante el proceso.
Como ya vimos en este post, la NAC es un poderoso disruptor de biopelículas que se ha descubierto que debilita y descompone su matriz.
Al mismo tiempo, se ha descubierto que la NAC previene el crecimiento y la replicación de las Cándidas, lo cual es un paso importante en la formación de biopelículas. También es capaz de cambiar la textura de las biopelículas, lo que facilita su descomposición.
Es importante tener en cuenta que es más recomendable combinar la NAC con otro antifúngico para mejorar su eficacia. Siempre teniendo en cuenta que la NAC es tan poderosa, que es capaz de erradicar por completo las biopelículas maduras de las Cándidas en la mayoría de los casos.
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ENZIMAS SISTÉMICAS
Las enzimas sistémicas son enzimas que afectan a todo el cuerpo, no solo al tracto digestivo. Estas enzimas se pueden usar para tratar diversas afecciones de salud, como por ejemplio: descomponer los coágulos de sangre, mejorar la circulación, reducir la inflamación y reducir el dolor.
Buenos ejemplos de enzimas sistémicas son la serrapeptasa y la nattoquinasa. Estas dos enzimas proteolíticas también tienen algunas propiedades notables cuando se trata de biopelículas. Se ha demostrado que ambas inhiben su formación, lo que puede convertirlas en una adición increíblemente útil para cualquier plan de tratamiento contra la Candidiasis.
Estas enzimas sistémicas son grandes disruptores de biopelículas, y no únicamente para la Cándida Albicans. Más recientemente, una investigación ha sugerido que las enzimas sistémicas pueden ser útiles para descomponer las biopelículas asociadas con la enfermedad de Lyme. Esto ha planteado la posibilidad de tratar las biopelículas que forman las Cándidas de la misma manera. Aunque aún se necesita de más investigaciones sobre el uso de enzimas sistémicas para infecciones fúngicas, para determinar su verdadera capacidad de acción.
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Romper la biopelícula de las Cándidas
No existe una forma sencilla de destruir una biopelícula de Cándidas que se encuentre en nuestro intestino. En su mayor parte, las biopelículas hacen exactamente lo que están diseñadas para hacer: proteger las células de las Cándidas de nuestro sistema inmunológico. Por lo tanto no existe una píldora mágica que podamos tomar y hacer que, instantáneamente, las Cándidas se eliminen. Como todo en la lucha contra las Cándidas, se necesita tiempo y dedicación.
Las biopelículas son una de las principales razones por las que el crecimiento excesivo de las Cándidas es tan difícil de combatir. Un crecimiento excesivo de las Cándidas que se prolongue en el tiempo será cada vez más difícil de eliminar, ya que las biopelículas han tenido mucho tiempo para crecer en el intestino y son altamente resistentes a muchos de los tratamientos que podemos ofrecerles. Cuanto más tiempo hayan tenido los biofilms para desarrollarse, más resistentes serán a los tratamientos antifúngicos.
Esta es la razón por la cual el uso de medicamentos antimicóticos por sí solos a menudo no son suficientes para combatir un crecimiento excesivo delas Candidas. Tenemos que adoptar varias estrategias diferentes. Así que es importante luchar en todos los frentes posibles para terminar con la Candidiasis, combinando antifúngicos, probióticos y una dieta baja en azúcares. Además de tomar algún complemento que nos ayude a debilitar y a erradicar las biopelículas.
