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La historia del aceite de Oliva y sus enormes beneficios para tu salud

La cultura mediterránea es sinónimo de aceite de oliva. De hecho, no concebimos nuestra forma de comer, ni tampoco nuestras diferentes y milenarias formas de vida sin este alimento. Forma parte de nuestra forma de ver todos los rituales que tienen relación con la comida, la belleza, la historia, la medicina, la cultura o incluso la familia.

En este post, me gustaría profundizar sobre la historia del aceite oliva, repasar sus diferentes variedades y destacar los enormes beneficios que este oro líquido aporta a nuestro organismo.

La historia del aceite de oliva

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La bíblia, en al antiguo testamento ya habla de los olivos y el aceite de Oliva. También conocemos que fue un alimentos imprescindible para los antiguos griegos aunque no se tiene del todo claro cuando se empezaron a cultivar los olivos para beneficio de los humanos. De hecho, desde el neolítico, los habitantes del Mediterráneo recolectaban aceitunas silsvestres.

Según diversas especulaciones, los candidatos más probables para la primera domesticación de los olivos son Asia Menor alrededor del 6000 a. C., el levantino alrededor del 4000 a. C. o la región de Mesopotamia alrededor del 3000 a.

Los cananeos, que vivían en lo que ahora es Israel, ya producían aceite de oliva alrededor del 4500 antes de Cristo. Las ánforas de aceite más antiguas que los arqueólogos han encontrado hasta la fecha fueron utilizadas alrededor del año 3500 a. C. por la civilización minoica temprana, que vivió en la actual Creta. De hecho, gran parte de la riqueza de los minoicos provenía de la exportación de aceite de oliva. Cosechaban las aceitunas y las machacaban en una pulpa. Posteriormente, esta pulpa se colocaba en un tanque de sedimentación lleno de agua. Cuando el aceite subia a la parte superior, el agua se drenaba del fondo del tanque.

El poeta griego Homero mencionó en sus poemas épicos que Grecia era el mayor productor de aceite de oliva allá por el 1500 antes de Criso. Los griegos y los marineros fenicios exportaban olivos a sus colonias en el Mediterráneo occidental y el aceite se utilizaba para el comercio. Alrededor del año 1300 a. C., cuando los israelitas partieron de Egipto hacia la tierra de Canaán, exprimían aceitunas a mano para extraer el aceite. Posteriormente se dedicaron a fabricar prensas de aceite. Los arqueólogos descubrieron un centro de producción de aceitecon más de 100 prensas de que datan de alrededor del año 700 a. C. en la ciudad filistea de Ekron, hoy conocida como Tel Miqne, que se encuentra a unos 35 km al oeste de Jerusalén.

En el mundo antiguo, el aceite de oliva era muy apreciado. Homero en realidad lo denominaba «oro líquido». Solo se podía usar aceite de oliva en la Menorá, en el Templo Judío en Jerusalén. Los hebreos no coronaban a sus reyes, sino que los ungían con un aceite especialmente mezclado que consistía en mirra, canela, casia y una sustancia misteriosa llamada kaneh bosem, todo en una base de aceite de oliva. Los premios en los Juegos Panatenaicos en la antigua Grecia eran grandes jarrones de cerámica decorados conocidos como ánforas Panatenaicas, que contenían alrededor de 40 litros de aceite de oliva.

Los espartanos se frotaban el cuerpo con aceite de oliva como humectante y para enfatizar el físico, mientras que los atletas griegos recibían masajes con este aceite.

Los primeros emperadores romanos regalaban aceite de oliva durante las celebraciones. También fueron los romanos quienes desarrollaron la prensa de tornillo para extraer el aceite, una tecnología que todavía se utiliza hoy en día en algunos lugares.

Cuando los exploradores españoles y portugueses navegaron hacia el Nuevo Mundo en el siglo XVI , trajeron alimentos como tomates, patatas, maíz y cacao. Sin embargo, también introdujeron algunas maravillas propias en el Nuevo Mundo, como caballos y olivos. A mediados del siglo XVII, la Compañía Holandesa de las Indias Orientales estableció una estación intermedia para sus barcos en el Cabo de Buena Esperanza y aquí es donde se plantaron los primeros olivos en el sur de África, en 1661. Los olivos llegaron a Australia alrededor de 1805.

A día de hoy, Los principales productores de aceite de oliva fuera de la región mediterránea incluyen a Chile, Argentina, el suroeste de EE. UU., Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda.

Tipos de Aceite de Oliva

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Seguramente te has encontrado parado en el súper delante de estantes llenos de diferentes aceites de oliva y has visto etiquetas que anunciaban: «aceite de oliva virgen extra» o «aceite de oliva puro«. Y te has preguntado ¿Son el mismo tipo de aceite? Pues la verdad es que no. Existen diferentes tipos de aceite de oliva y ahora vamos a explicar cuáles son:

Aceite de Oliva Virgen Extra

Este aceite se considera como el ferrari de los aceites de oliva y es la mejor opción para rociar nuestras ensaladas. Se produce únicamente mediante procesos mecánicos, prensando el aceite de la pulpa de la aceituna o utilizando la centrifugación para separar las gotas de la pulpa.

El aceite de oliva virgen extra se encuentra entre las grasas de mayor calidad que podemos incluir en nuestra dieta, especialmente si sigues una dieta anticándidas.

Aceite de Oliva Virgen

Al igual que el aceite de oliva virgen extra, el aceite de oliva virgen también es el producto de medios mecánicos de extracción. Sin embargo no tiene su misma calidad. Por ejemplo, a menudo puede tener un sabor un poco rancio ya que está hecho de olivas de mala calidad.

Aceite de oliva virgen ordinario

Este tipo de aceite es similar al aceite de oliva virgen pero puede tener una acidez libre de hasta el 3,3%.

Aceite de Oliva Refinado

A diferencia de los aceites vírgenes, el aceite de oliva refinado implica un tratamiento químico. El contenido ácido y los sabores fuertes característicos del aceite virgen se neutralizan mediante el uso de filtros como productos químicos o incluso el carbón.

Su acidez libre no supera el 0,3%. Los aceites etiquetados como «aceite de oliva puro» o simplemente «aceite de oliva» son normalmente aceite de oliva refinado y, a veces, contienen un poco de aceite virgen solo para darle un poco de sabor adicional.

Aceite de Orujo de Oliva

Es un aceite de oliva que básicamente se debe utilizar para cocinar. Es similar al aceite de oliva refinado y normalmente también se mezcla con aceite virgen. Sin embargo, se extrae del orujo, que es la sustancia sólida que queda después de extraer el aceite virgen de la pulpa de la aceituna.

Aceite de Oliva Lampante

Es un aceite de mala calidad que se produce por medios mecánicos y que se utiliza para fines industriales. La palabra «lampante» significa lámpara en italiano y se considera como el tipo de aceite adecuado para lámparas. Se puede utilizar para hacer combusticle tratándolo y convirtiéndolo en aceite de oliva refinado.

Los beneficios para la salud del aceite de oliva

El antiguo médico griego Hipócrates tuvo la «radical» idea de que las enfermedades no eran causadas por los dioses, sino que eran el resultado de factores como la dieta, el medio ambiente y/o las condiciones de vida. Este médico estudió en profundidad el aceite de oliva para fines médicos y encontró gran variedad de usos para el tratamiento de diferente dolencias.

El aceite de oliva virgen extra es una de las grasas más saludables que conocemos, por lo que es un alimento indispensable para los que seguimos la dieta anticándidas. Contiene las vitaminas E y K, así como los ácidos grasos omega-6 y omega-3, y se compone principalmente de grasas monoinsaturadas. Los estudios han demostrado que consumir aceite de oliva, especialmente del tipo virgen extra, puede ayudar con condiciones como las siguientes:

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Colesterol Alto

El colesterol alto es una de las principales causas de enfermedades cardiovasculares. Hay dos tipos de colesterol: LDL y HDL. El LDL se considera el tipo malo de colesterol y el aceite de oliva puede ayudar a reducir los niveles de este en la sangre. Sin embargo, el HDL es un colesterol bueno y se necesitan niveles más altos de este para estar saludable. Lo bueno del aceite de oliva es que no reduce los niveles de HDL, de hecho, puede aumentarlos.

Hipertensión

El aceite de oliva ayuda a reducir la presión arterial, lo que a su vez reduce el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.

Diabetes

Debido a que el aceite de oliva ayuda a regular los niveles de azúcar en la sangre, mejora la sensibilidad a la insulina y ayuda a reducir los niveles de lipoproteínas de baja densidad, por lo tanto puede ayudar a prevenir la diabetes de tipo 2. También puede ayudar a los diabéticos a controlar la enfermedad, siempre que, por supuesto, aparte de tomar aceite de oliva se siga una dieta saludable.

Osteoporosis

El aceite de oliva ayuda con la absorción de calcio, por lo que favorece la formación de huesos fuertes y sanos. Esto significa quese puede ayudar a prevenir o aliviar la osteoporosis, pero también es bueno incluir el aceite de oliva en la dieta de los niños en crecimiento para que puedan desarrollar huesos sanos desde un inicio.

dolencias digestivas

El aceite de oliva es suave para el estómago y puede actuar como laxante, lo cual es excelente cuando se sufre de estreñimiento. También ayuda para la indigestión, el reflujo ácido, las úlceras, la gastritis y la función pancreática. Debido a que fomenta el drenaje de la bilis, también puede ayudar a prevenir la enfermedad de la vesícula biliar. Y también es un alimento antifúngico que puede ayudar a corregir una disbiosis intestinal como por ejemplo, una candidiasis.

Cáncer

Cargado con antioxidantes, el aceite de oliva ayuda a combatir los radicales libres que pueden causar cáncer.

Inflamación

El aceite de oliva contiene oleocanthal, una sustancia que actúa como el propio ibuprofeno de la naturaleza para reducir la inflamación.

Cuando se incluye el aceite de oliva en la dieta, se debe de hacer con moderación. Como cualquier otra cosa en esta vida, demasiado de algo bueno ya no es tan bueno. El aceite de oliva es alto en calorías, por lo que, cuando se aumenta su consumo, se puede engordar. Los profesionales médicos normalmente recomiendan una ingesta de una o dos cucharadas de aceite de oliva al día.

Además, el aceite de oliva también es excelente para cuidar el exterior. Se puede utilizar como ingrediente de cosmética y/o jabones suaves para la piel. Por ejemplo, se puede utilizar para la tratar la piel seca en invierno, los talones, los labios agrietados, la dermatitis del pañal y/o el eczema.

Cómo evitar un aceite de oliva ‘falso’

Si bien el «oro líquido» de Homero no es tan valioso como el metal precioso, todavía se puede ganar mucho dinero con la producción y venta de aceite de oliva. Desafortunadamente, al igual que en cualquier industria donde las personas pueden ganar dinero, hay productores y distribuidores sin escrúpulos que no son del todo honestos sobre lo que venden.

En los últimos años, numerosos estudios han demostrado que un enorme porcentaje de aceites de oliva extra vírgenes en el mercado no son lo que dicen ser. Muy a menudo, los aceites extra vírgenes de mayor calidad se mezclan con aceites de oliva inferiores o refinados. A veces, se agregan colorantes y otras sustancias para falsificar el color o el sabor del producto real. Algunos productores también mezclan el aceite de oliva con otros aceites, como el de soja o el de cacahuete.

Teniendo en cuenta cuánto se paga hoy en día por una botella de aceite de oliva virgen extra, descubrir que lo que has comprado no se corresponde con el valor que pagas equivale a un robo. Además, no estamos hablando únicamente de dinero, sino que también en cierta manera atacan nuestra salud. Si pagas un aceite de oliva de calidad pero no te ofrecen lo que dicen no recibes los beneficios de este líquido mágico.

Como consumidor, nunca puede estar completamente seguro de que el aceite de oliva que está comprando esté hecho de aceitunas y nada más. Sin embargo, hay maneras de aumentar tus posibilidades de comprar algo que sea lo más real posible. Algunas personas creen que puedes simplemente poner la botella en la nevera para verificar la pureza de tu aceite de oliva. Dicen que el aceite de oliva se vuelve turbio y espeso a medida que se enfría debido al alto contenido de grasas monoinsaturadas. Otros aceites, por ejemplo, como el aceite de soja,, no hacen lo mismo ya que tienen un alto contenido de grasas poliinsaturadas.

Pero claro, el problema con la llamada «prueba de la nevera» es que no es 100% fiable. Por lo tanto os doy algunos consejos para saber si realmente estáis comprando aceite de oliva de calidad.

No juzques un buen aceite por su color

Debemos tener en cuenta que es muy fácil falsificar el color del aceite de oliva únicamente con el uso de colorantes. Y no tenemos en cuenta de que un aceite de oliva virgen no tiene porque tener siempre el mismo color. Por ejemplo, dependiendo de la cosecha y otras condiciones el color puede verse modificado.

Confía en su sentido del olfato y del gusto

El aceite de oliva de calidad tiene un olor y sabor muy característicos. Básicamente lo podríamos definir como una mezcla compleja de aromas que dependen directamente del entorno en el que se ha producido. Pero si que debe tener una característica muy clara: una especie de olor fresco y como muy verde, como si olieras casi a hierba recién cortada.

Debe haber un sabor definitorio a aceitunas pero siempre como un poco amargo. Y lo que no debe tener bajo ninguna circunstancia es un sabor rancio, mohoso o como a cartón.

Si no tienes claro a qué debe saber siempre puedes acercarte a alguna cata de aceites e investiga cuál es el sabor real.

Investiga la botella que lo contiene


El aceite de oliva real se vuelve rancio si se expone a demasiada luz. Para evitar que esto ocurra, los productos de renombre utilizan botellas de color más oscuro.

Revisa la etiqueta de la botella

Desgraciadamente, que una etiqueta diga que un líquido sea aceite de oliva virgen extra, no significa que en realidad sea aceite de oliva virgen extra. Sin embargo, una etiqueta nos puede mostrar algunas pistas que nos indiquen un poco la calidad de lo que estamos comprando.

Los productores más pequeños a menudo agregan detalles como el nombre de la finca donde se cultivaron las aceitunas, la fecha en que se cosecharon las aceitunas y la variedad de aceitunas utilizadas. Si bien más pequeño no significa necesariamente más honesto, estos productores generalmente no están tan motivados por las ganancias como los productores a escala industrial y tienen menos razones para hacer trampa. O bien saben que su valor diferencial no es el precio sino la calidad y se esfuerzan en ofrecer el mejor de los productos.

Verifica las certificaciones

Los buenos aceites de oliva pasan por un estricto control de calidad y proceso de certificación. Verifica si el aceite que estás comprando tiene alguna acreditación de su calidad o denominación de origen.

Consulta si el aceite que estás comprando ha ganado premios

Comprar un aceite de oliva galardonado no solo garantiza que obtendrás un aceite de calidad, sino que también es una buena manera de aumentar tus posibilidades de comprar un producto real. Después de todo, los aceites de oliva falsos no ganan premios.

Compra directamente de un productor

Comprar directamente al productor elimina otros pasos en el proceso en los que pueden ocurrir trampas. De hecho, gran parte del fraude en el etiquetado de los aceites de oliva ocurre durante el proceso de importación. Otra ventaja de comprar directamente de un pequeño productor es que puedes pedir probar el aceite antes de comprarlo.

Y por último…

No compres la marca más barata

Como todo en la vida, hay una razón por la que algunos aceites de oliva son mucho más baratos que otros. Si bien no podemos estar seguro de que el aceite más caro sea el de mejor calidad, podemos estar seguros de que la marca más barata no será la mejor. El aceite de oliva es realmente como el vino: ¡ Y un vino peleón nunca será el de mejor calidad!

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